Contaminados sus ríos y sus bosques, buscó refugio en sus
montañas. En vano, ellas también estaban contaminadas. Buscó refugio en sus
vecinos, pero ellos ya no estaban. Buscó refugio en su casita del árbol y
encontró un mar de agua dulce y algas de chocolate.
Moraleja: la casita del árbol te salva. Construíte una hoy,
para mañana.
Perdido en su laberinto de razonamientos, buscó la salida
por arriba de los muros. En vano, ellos tan altos eran como sus prejuicios.
Buscó la salida cavando un hoyo en la tierra, pero esta era de arena. Buscó la
salida a los gritos, esperando una ayuda celestial. Raro, no había creído hasta
entonces en ninguna divinidad.
Moraleja: creer en el cielo te salva. Cree hoy, para mañana.